Del Tres en Raya y el Tetris, al Candy Crush Saga

hace 9 años

Descubre la evolución de los videojuegos de puzle y el porqué de su éxito.

Los puzles de bloques consisten, básicamente, en conectar piezas entre sí. El teórico de videojuegos, escritor y profesor asociado de la Escuela de Diseño de la Academia de Bellas Artes de Dinamarca, Jesper Juul, define los videojuegos de bloques como videojuegos en los que el jugador “manipula bloques con el fin de hacerlos desaparecer de acuerdo a un criterio coincidente”. Según él, este tipo de juegos aportan una simplicidad relativa que gusta al usuario y en ello se basa su éxito, aparte de ser bastante adictivos. 

Por lo tanto no es sorprendente que Candy Crush Saga, creado por King para Facebook y que salió en abril del 2012, fuera nombrado el juego del año 2013 por la web de videojuegos Eurogamer. En el mes de diciembre de 2012 ya contaba con 10 millones de descargas, y en julio 2013 se estimó que tenía 6.7 millones de usuarios activos y que ganaba 633.000 $ al día en la App Store de Estados Unidos.

La llegada de los smartphones ha permitido y aumentado la aparición del jugador ocasional que busca juegos que demandan poco compromiso a la hora de jugar. De hecho Candy Crush clona la dinámica de un juego anterior y que tuvo también mucho éxito: Bejeweled. En este videojuego sencillo hay que mover gemas para hacerlas coincidir y que, de esta manera, desaparezcan para poder ganar puntos. Pero Bejeweled, desarrollado por PopCap Games y que vio la luz en 2001, al igual que la gran parte de los videojuegos de combinar fichas, se basa en el funcionamiento muy simple del clásico Tres en Raya.

¿Quién no ha estado aburrido en clase y ha echado una partida de Tres en Raya con su compañero de pupitre? Es la misma dinámica: combinar objetos iguales en un tablero o rejilla, horizontal, vertical o diagonalmente, para ganar la partida. Un mecanismo sencillo que ha hecho que creadores y desarrolladores de videojuegos triunfen con sus versiones. El mismo mecanismo se puede ver en el juego de cartas Solitario, en el cual tienes que ir combinando las cartas según sus colores para al final reunirlas por familias.

Cuando se habla de estos juegos el primero que viene a la mente es Tetris. Alexey Pajitinov trabajaba en el Centro de Informática de la Academia de Ciencias de la URSS cuando creó el famoso juego. En sus ratos libres el programador ruso empezó a desarrollar este videojuego inspirado en su puzle preferido: Pentominoes. En un principio, Pajitinov diseñó este juego para su uso personal únicamente y lo bautizó Tetris por el prefijo griego tetra que significa cuatro (las piezas del juego están formadas por cuatro cuadrados y se denominan tetrominos) y tenis, porque es su deporte preferido.

Pero en 1984 se lanzó al público convirtiéndose en el primer software de entretenimiento exportado de la Unión Soviética a los Estados Unidos. La versión para Game Boy que salió en 1989 fue la que más éxito tuvo y la revista Electronic Gaming Monthly la sitúo en el primer puesto en su ranking con el título de “mejor juego de todos los tiempos”. En 2010 se anunció que Tetris había vendido más de 170 millones de copias, convirtiéndose en el juego de descarga no gratuita más vendido.

Tal fue el éxito del juego de los bloques que poco a poco fueron saliendo otros inspirados en él. “Innovar lo suficiente para diferenciarse, pero hacer un juego lo suficientemente parecido a aquellos en los que al jugador le resulta fácil jugar” es la combinación ganadora para diseñar un juego de este tipo, explica Juul. En 1989 Jay Geertsen aplicó perfectamente esta fórmula y creó Columns, también conocido como  Jewels, con el objetivo por parte de Sega de competir con la versión de Tetris para Game Boy.

Columns fue el primer juego en ser incluido en la venta de la consola Sega Game Gear y la revista Mega le dio el puesto 34 en el ranking “Top Mega Drive Games of All Time”. Unas piezas compuestas por tres joyas van cayendo de la misma manera que en Tetris, y como en el clásico tres en raya se deben juntar tres para eliminar los bloques y ganar puntos. Los movimientos que se pueden hacer son los mismos que en el juego ruso, y el ritmo también va aumentando a medida que el jugador progresa. Sin embargo, las piezas no pueden rotar, tan solo se pueden cambiar los colores verticalmente para combinarlos y hacer desaparecer las joyas.

Otros videojuegos copiaron la idea de conectar las piezas según el color. En 1990, por ejemplo, aparece Dr. Mario para Nintendo Entertainment System (NES) y Game Boy, en el cual tienes que ayudar al famoso Mario a deshacerse de unos virus de determinado color con píldoras de ese mismo color. Una vez más, los bloques se pueden manipular igual que en Tetris y se necesitan tres píldoras del mismo color para matar a los virus que van aumentando según va avanzando el jugador.

La revista ACE fue de las pocas en dar una crítica negativa al juego que, según ellos, “atufaba a plagio” siendo peor que los juegos en los que se había basado. Por el contrario, Allgame alabó el juego calificando a Dr. Mario como uno de “los mejores juegos de puzle” en un mercado “inundado” por este género.

Efectivamente, el mercado estaba (y está) bastante saturado por este tipo de juegos, pero siempre hay alguno que innova y aporta algo más. Fue el caso de Puyo Puyo, desarrollado por Compile y lanzado en 1991. Después de los bloques, las joyas y las píldoras, el juego japonés introdujo unos seres gelatinosos que se pegaban entre sí al entrar en contacto, y esta vez se necesitaban cuatro del mismo color para hacerlos desaparecer y ganar puntos.

Sin embargo, se diferencia de los demás en que no hace falta que las cuatro piezas estén en una misma línea, simplemente debe haber un mínimo de cuatro fichas en contacto pero pueden ser muchas más. Además, cuando las fichas se eliminan van cayendo las que están arriba permitiendo que entren en contacto con otras fichas y así poder hacer combos.

El creador del juego, Kazunari Yonemitsu, consideraba que los juegos de puzle de la época tenían personajes muy poco característicos, así que le dio un aire de competición al estilo Street Fighter. De hecho, el propio juego te pone obstáculos; de repente aparecen piezas stickers que no combinan con ningún color y bloquean tus jugadas.

Spritted se ha inspirado en este clásico japonés y ha creado Pandemix, un videojuego de puzle en donde deberás juntar a cuatro o más células iguales para crear una molécula y hacerla desaparecer. Pero te encontrarás con bombas que dificultarán tus estrategias, así que ¡estate atento!

Artículo escrito por Paula Gil Alonso.

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